Basta de torturar a los niños:
Ministra: Defiéndenos

Los niños del Instituto Generación y del Movimiento Nacional de Niños y Adolescentes Trabajadores del Perú queremos denunciar que este cuarto de tortura es una "medida correctiva" que utilizan los albergues del Inabif y del Poder Judicial. Se llama PAI o "Tiempo de Fuera" que consiste en aislar al niño o al adolescente humillándolo y reforzando su conducta negativa, encerrándolos en celdas pequeñísimas sin ventanas y prohibidas de cualquier tipo de contacto con otro ser humano. Al niño sólo le entregan la comida y le prohíben hablar, sólo se interrelaciona con las cucarachas, ratas, bichos y malos olores. En la cárcel infantil "Santa Margarita" por ejemplo, donde también se utiliza el PAI había un colchón durante el día pero luego en una "Reunión de Equipo" decidieron que deberían poner una silla durante el día para que la niña "reflexione sentada y no duerma".

Este tipo de torturas se repiten en los diferentes centros, por ejemplo en la Cárcel Infantil "Centro Juvenil de Menores -Maranga" hicieron un hueco para enterrar- vivo a un adolescente por 4 minutos, maltratándolo física y psicológicamente; además lo hicieron rampear de espaldas sobre piedras, insultándolo.

NO PODEMOS SEGUIR PERMITIENDO MAS TORTURAS!!!!!

El Instituto Generación en sus más de 17 años de Lucha por los Derechos de los niños en Situación de Calle, ha realizado varias denuncias para defender a los niños maltratados por "funcionarios correccionalistas" del Estado. Las últimas, se encuentran en el 3er Juzgado de Familia en contra del "Centro Juvenil Santa Margarita" y en el Ministerio Público Fiscal contra el "Centro Juvenil de Maranga" en contra del educador Villalobos quien enterró a los adolescentes.

En los PAI de Maranga los niños y adolescentes son agredidos por ciertos adultos -mal llamados educadores-. Les pegan con palos, les tiran puñetes, los desnudan para maltratarlos, los humillan caminando en cuclillas delante de sus compañeros, etc. El silencio de los profesionales que trabajan allí, los hace cómplices de esos maltratos. Posiblemente sienten que no se ensucian las manos con la sangre y el sufrimiento de los niños pero manchan su conciencia por esa actitud pasiva frente al maltrato físico y psicològico de adolescentes privados de libertad.

En los centros del Mindes "San Francisco de Asís" y "Domi", los niños y adolescentes se ven obligados a vivir en terribles condiciones y son sometidos a tratamientos de salud no obstante estar sanos; se les suministran psicotrópicos que no les permite estar en un estado normal de conciencia muy por el contrario, los mantiene dopados sin poder hablar, caminar, jugar, etc. Los niños están encerrados sin ninguna oportunidad de expresión libre ya que manejan y controlan absolutamente todas sus acciones, son manipulados, sin poder de decisión, deformando a los niños, convirtiéndolos en seres enajenados con poco afán de protagonismo y con poca capacidad de decisión y reflexión. NO FORMAN PERSONAS, DEFORMAN CONCIENCIAS Y LAS ALMAS LAS LLENAN DE DOLOR Y RESENTIMIENTO.

Los profesionales callan las violaciones y los abusos que existen en esos centros. Es indignante que nuestros niños estén en manos de esa clase de personas, que de manera inhumana dañan profundamente la dignidad de estos niños.

Estos métodos de tortura traen consecuencias terribles e irreversibles ya que ven dañada su condición de personas humanas. No es justo que ellos continúen sufriendo en manos de la incompetencia y maldad. Muchos de nuestros niños vivenciaron maltrato en sus casas, luego en la calle y ahora en las cárceles infantiles del Estado. ¿Hasta cuándo seguirán sufriendo?

¿Qué papel cumple la Sra. Ana María Romero, Ministra de la Mujer, quien recién toma acciones cuando el problema sale a la luz por los medios de comunicación?. Señora Ministra: nuestra Institución viene realizando éstas y otras denuncias hace más de 17 años. ¿Cuál es su rol ahora? Su Ministerio tomó una rápida acción injusta y arbitraria para cerrar el Instituto Generación y llevarse a las niñas allí acogidas al Hermelinda Carrera. Señora Ministra: ¿en manos de quién ha dejado usted a esas niñas?

Su Ministerio suscribió enfáticamente en Ginebra frente a la Comisión de los Derechos del Niño, que valida el PAI como medida correctiva. Su Ministerio y la Municipalidad de Magdalena, dejaron en la calle a más de 70 niños cuando cerraron la casa de Generación, su MINISTERIO NO DEFIENDE EL INTERES SUPERIOR DEL NIÑO.

Tenemos graves denuncias y serias acusaciones sobre el mal manejo de estos centros de reclusión de Niños y Adolescentes. En la intervención que se realizó en la casa de Generación de Magdalena, en mayo del 2005, tomaron presa a una de las niñas llamada Elizabeth Peceros a quien encerraron durante 4 meses en el DOMI, en donde se le suministraban medicamentos para mantenerla dopada, tendiendo no sólo a un daño neurológico sino a daños físicos ya que ha sido agredida en varias ocasiones dentro del centro.

Lucero Galarreta estaba encerrada en la cárcel infantil Santa Margarita, en donde fue en 2 ocasiones castigada y llevada al PAI y "Tiempo Fuera", a pesar de que la Institución presentó una queja, sólo dejaron de hacerlo cuando Lucero intentó en 2 ocasiones quitarse la vida. Ahora no conocemos el paradero de Lucero; por razones que se desconoce, nos ocultan esa información. Siendo la Institución el único referente positivo y de afecto que tienen la adolescentes, este aslamiento es una tortura también y denunciamos estos actos ya que mantiene a las menores en condiciones infrahumanas en lo que se refiere a su mundo afectivo.

Tenemos conocimiento que Lucero fue brutalmente agredida en el motín que ocurriera el mes de marzo. Señora Ministra: si las niñas estuvieran protegidas y felices no organizarían un motín. Señora Ministra: ¿cuáles son las medidas correctivas o las estrategias de intervención luego de un motín generado en alguno de los centros de los que su Ministerio está a cargo?

Quienes trabajamos para los niños nos damos cuenta que cada acción, palabra u omisión influye directamente en su desarrollo; es por ellos que tenemos algunas de las criticas que hemos identificado del sistema represivo que existe en los centros del Inabif y del Poder Judicial.

Los niños en situación de calle o los que provienen de pandillas juveniles, han tenido en su historia de vida una serie de frustraciones, de índole material o afectiva. Para una población con esas características la represión no es una manera de educarlos.

La represión, el encierro, el castigo, el maltrato, los gritos, los insultos, las humillaciones, jamás han sido ni serán medidas correctivas. Lo único que generan es que los niños adquieren nuevas frustraciones sumándose en ellos una sensación de insatisfacción.

A ello se agrega una metodología intransigente, poco democrática, obsoleta, rígida y con pocos recursos, lo cual genera en los niños y adolescentes las siguientes consecuencias:

• Poca capacidad de pensamiento crítico.
• Poca confianza para tomar decisiones.
• La sensación de encierro en muchas ocasiones produce ira, agresividad, tristeza, etc.
• El aislamiento social significa que los niños no tienen la oportunidad de intercambiar ideas, de compartir información con un medio ambiente saludable, no fortalecen redes de soporte, no se logran incorporar a una vida adecuada.
• Percepción distorsionada de la vida en comunidad.
• Inhabilidad social: genera individuos improductivos, dependientes, con pocas herramientas para sobrevivir fuera de la Institución.
• Personas subyugadas, sumisas o lo contrario; irreverentes, renuentes a la ley.
• Incrédulos, no confían en las personas.
• Deprimidos, con sentimientos de melancolía y soledad, apatía, desgana, tristeza, sensación de abandono, etc.
• Una metodología represiva genera aberración contra el sujeto que aplica la ley o la norma, quien es en muchos casos un adulto quien representa a la autoridad es decir a la ley. Entonces la aplicación de una metodología represiva está fomentando la formación de individuos que no cumplirán la ley y las normas impuestas con autoritarismo, rectitud; es por eso que en muchos casos los niños que salen de las cárceles infantiles se van a la calle y cometen actos delictivos.
• La carencia de afecto es latente según sus historias de vida, con mayor razón se podría inferir que necesitan dar y recibir amor, pero que no han aprendido las formas adecuadas de expresarlo. En una cárcel infantil es obvia la imposibilidad de un acercamiento adecuado con las personas que lo rodean. Sumado a eso, las varias sensaciones de frustración de los niños institucionalizados, además de la manera inadecuada en la que han aprendido a demostrar afecto subscrita en un ambiente violento como parte de una cultura de violencia, hace que sus relaciones interpersonales sean agresivas al igual que sus demostraciones de afecto. Por otro lado, sus pulsiones sexuales están ávidas de encontrar un depositario de sus afectos, pero es importante tener en cuenta que estos niños están todos el tiempo con sus pares que son del mismo sexo, es por eso que no es raro que pueda emerger entre ellos expresiones sensualizadas del afecto propios de la edad y de la curiosidad sexual, generándose situaciones en donde es común la conducta homosexual, creando confusión sobre su identidad sexual entre los niños y adolescentes.

GENERACION EXIGE QUE CESE LA REPRESION CORRECCIONALISTA DE ADOLESCENTES PRIVADOS DE LIBERTAD

GENERACION EXIGE LA INMEDITA SOLUCION DE SUS JUSTAS CAUSAS